Se puede derivar una consulta con el nefrólogo ante la sospecha de enfermedades o situaciones que comprometen la salud del riñón. A continuación, las más relevantes.
- Insuficiencia renal aguda (pérdida súbita de la función renal) o crónica (pérdida progresiva y de larga data de la función renal).
- Nefropatía diabética (daño producido por la diabetes).
- Infección del tracto urinario alta (pielonefritis) o baja. Especialmente si son recurrentes.
- Nefropatía hipertensiva (daño producido debido a tensión arterial elevada).
- Desequilibrio hidroelectrolítico.
- Litiasis renal (presencia de cálculos).
- Trastornos de los vasos sanguíneos renales.
- Enfermedad poliquística renal u otras enfermedades genéticas.
- Presencia de trastornos autoinmunes.
- Uso de drogas o toxinas.
- Paciente con criterios de diálisis o paciente en diálisis.
- Presencia de tumores renales.
- Historial de enfermedad renal familiar.